El mercado laboral oculto supone cerca del 70% de los puestos vacantes. La solución para hacerse un hueco está en dominar el arte de la candidatura espontánea.
Haz un balance de tus objetivos profesionales
Cuando uno elige presentar una candidatura espontánea, debe plantearse las preguntas adecuadas: ¿a quién me estoy dirigiendo?, ¿por qué motivo?, y, sobre todo, ¿con qué fin? Lo importante es la capacidad que tengas para explicar tu objetivo profesional y encontrar la adecuación entre tu perfil y las necesidades de la empresa. Es indispensable que tengas un proyecto concreto que ofrecer a la empresa, para que tu interlocutor entienda exactamente cuáles son tus deseos y los compare con las necesidades que pueda tener. En suma, la candidatura espontánea requiere la elaboración de una estrategia. Por lo tanto, tómate tu tiempo antes de ponerte a escribir.
Selecciona las empresas que te interesan
No envíes una carta estándar a todas las empresas. Selecciona aquéllas que te interesen y averigua a qué se dedican, su tamaño, volumen de negocios, productos, mercados, objetivos de crecimiento, proyectos, etc. Toda esa información te servirá para redactar tu argumentación. Ésta debe reflejar que no estás postulando porque sí. Para encontrar la información que necesitas, puedes consultar la documentación en las cámaras de comercio e industria, en organizaciones profesionales (federaciones, sindicatos), en el Servicios Público de Empleo Estatal (SPEE-INEM) etc. Estúdiate las guías de empresas como Kompass y otras. Lee la prensa económica y empresarial. Pídele a las empresas que te interesen que te envíen su folleto informativo o su informe anual. Visita sus sitios web.
Y recuerda: no te olvides de las PYMES, constituyen un núcleo esencial del tejido productivo español. Además, éstas suelen estar más abiertas a una candidatura espontánea que una gran compañía o grupo empresarial.
Dirígete a alguien en concreto
La carta tiene que estar dirigida a una persona concreta. Puede ir remitida al jefe de personal, o, en el mejor de los casos, si logras hacerte con su nombre, al encargado del departamento al cual deseas incorporarte. Para averiguar sus señas, llama por teléfono a la empresa, mira en su sitio web, en periódicos, etc. Si tienes alguna duda sobre cómo ortografiar su nombre, no dudes en pedir que te lo deletreen.
Redacta una carta eficaz
Tu carta tiene que despertar el interés desde el primer párrafo. Explica las razones por las que escribes a esa empresa en concreto y no a otra. Señala el puesto por el que estás interesado y, si no lo tienes muy claro, sugiere pistas de cargos que podrías desempeñar. A continuación demuestra cómo tus competencias se ajustan a las actividades y necesidades (actuales o futuras) de la empresa. Habla de tus estudios y experiencia, pero sin alargarte, ya que no se trata de repetir lo que ya dice tu currículo. Concluye solicitando una entrevista y avisando de tu próxima llamada. No te olvides de la fórmula de cortesía (lo más neutra posible) ni de firmar.
Atrévete a distinguirte
Una posible idea para salir de la masa es permanecer al tanto de la actualidad de la empresa. Puedes, por ejemplo, remitir una carta de enhorabuena a alguien que estrene puesto y describir lo que te gustaría hacer por él y su nueva empresa. Alguien que acaba de llegar estará formando un nuevo equipo, que no tiene por qué estar excesivamente vinculado con la historia de la empresa. Si la empresa proyecta la entrada en un nuevo mercado que tú conoces bien, da tu opinión acerca de ese mercado y las competencias necesarias para conquistarlo en lugar de conformarte con describir tu perfil. En definitiva, desmárcate.
No te conformes con escribir
Espera entre ocho a diez días después de haber enviado tu carta y haz una llamada a la empresa para recalcar tu interés. Algunos empleadores tienen en cuenta estas muestras de interés para escoger a los candidatos. Cuida tu trato con las asistentes si estás en contacto con alguna. Cuando llames no te conformes con preguntar por el curso de tu expediente y aprovecha la ocasión para asesorarte y hacerte con información sobre la empresa. De este modo entablarás contacto y demostrarás tu interés por el puesto y la empresa.
Un consejo útil: para no dejar cabos sueltos, anótate en una libreta las cartas que envíes y las llamadas que efectúes